Causa de Canonización de una albense.

Mariana de San José


El año de 2017 ha sido muy venturoso para la Causa de la Sierva de Dios Madre Mariana de San José.

El día 14 de febrero tuvo lugar la reunión del Congreso de Teólogos presidido por monseñor Carmelo Pellegrino, Promotor de la Fe en la Congregación para las Causas de los Santos, en la que fueron examinadas las “virtudes heroicas” de esta Sierva de Dios. Los Teólogos las aprobaron por unanimidad, con elogios hacia su persona.

Y el día 21 de noviembre se celebró la reunión del Congreso de Cardenales y Obispos en la misma Congregación, presidida por su Prefecto el Cardenal Amato, para estudiar también las “virtudes heroicas” de la Madre Mariana de San José, en la que dieron su voto afirmativo. Se está a la espera de que , con la autorización del Santo Padre Francisco, la Congregación promulgue próximamente el pertinente Decreto aprobatorio, y así podamos llamarla Venerable.
                Pero también el año 2018 es muy especial ya que se cumplen 450 años del nacimiento de la Madre Mariana de San José. Fue el 5 de agosto de 1568, día de Nuestra Señora de las Nieves, cuando nació en Alba de Tormes (Salamanca) la niña Mariana de Manzanedo y Maldonado, que habría de ser la fundadora de las Monjas Agustina Recoletas y llegaría a alcanzar cotas espirituales muy altas. Su madre murió, a consecuencia del parto, el día 15 del mismo mes, solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora, y al día siguiente, el 16 de agosto ella recibió el Bautismo en la parroquia de San Pedro Apóstol de la Villa.

Se da la circunstancia  de que su padre en 1570 vendió (donó) la casa en que había nacido Mariana para formar parte del monasterio que estaba tratando de fundar en Alba de Tormes Santa Teresa de Jesús. En este monasterio moriría la Santa doce años después.

Al morir su padre, en octubre de 1576, entra como educanda en el convento de Santa Cruz de Ciudad Rodrigo. Toma el hábito de agustina el 9 de febrero 1587 y el 16 de febrero 1588 profesa como religiosa.

En 1596 es nombrada maestra de novicias y el 19 de noviembre 1599 es elegida priora de su convento. Sale de Ciudad Rodrigo el 16 de abril de 1603 para la primera fundación recoleta y el 8 de mayo de 1603 se abría el convento de Éibar, con el priorato de la Madre.

El 23 de mayo de 1604 profesa en la nueva forma de vida recoleta y en junio del mismo año llega a Medina del Campo para iniciar la segunda fundación.

El 22 de enero de 1611 se traslada a Madrid como priora en el convento de Santa Isabel y el 4 de febrero del año siguiente pasa con cuatro religiosas a la Casa del Tesoro, mientras se edifica La Encarnación.

Se traslada el 2 de julio al recién terminado convento de La Encarnación. En 1616 se publicaron las Constituciones, aprobadas el 13 de julio de 1619 para La Encarnación por el Papa Pablo V y confirmadas para los demás monasterios por el Papa Urbano VIII.

En el año 1627 se imprimen los Ejercicios espirituales y repartimiento de todas las horas.

El 11 de junio de 1629 llegan a Carmona (Sevilla) las religiosas de esta fundación y el 11 de junio de 1634 culmina la fundación de Pamplona.

El 30 de marzo de 1638 la Madre comenzó a sentirse mal y muere entre 12 y 1 de la madrugada del 15 de abril de 1638. Se la entierra por la tarde. En el mes de mayo de 1638 es elegida en su lugar Aldonza del Santísimo Sacramento, que inmediatamente comienza a promover la recogida de testimonios.

En junio de 1644 se reconoce el cadáver, que es hallado incorrupto. El 27 de abril de 1993 se inicia en Madrid el proceso diocesano para su canonización que se clausuró en el año 1996.

 El 13 de julio de 1982 el Ayuntamiento de la villa dedicó una calle a la madre Mariana, la más cercana al lugar donde nació.

 Sobresale la intensidad de su experiencia mística y la altura espiritual de sus escritos por encima de los ajetreados acontecimientos en los que le tocó intervenir, especialmente como fundadora de la Agustinas Recoletas y como Priora de los seis monasterios en los que personalmente estuvo, y participando también en las iniciativas de otros ocho que se fundaron en su tiempo, seis de la propia Orden y dos de otras Órdenes nuevas.

ASÍ ERA… y así es

                Los testimonios de quienes la conocieron confirman que la Madre Mariana era un dechado de virtudes. Una testigo, entre otras varias, la describe así:

                “Grande en todo; que, cuando nuestro Señor no le hubiera dado tanto de sobrenatural como la dio, bastara para ser muy cabal y perfecta las partes naturales de que la dotó, así en las de entendimiento, prudencia, madurez, gobierno, apacibilidad y gracia como en todas las demás”.

            
   Oración (Para la devoción privada)
 

Padre y Señor nuestro, te damos gracias porque
En la Madre Mariana de San José nos has dado
un modelo de vida oculta en ti y una maestra
de oración y de caridad hacia los desanimados;
te suplicamos por su intercesión, para mayor
gloria tuya y salvación de las almas, la gracia
que te pedimos y su pronta glorificación
en la tierra. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén